La Prehistoria es la etapa que transcurre desde el origen del ser humano,
hace unos cinco millones de años, hasta la invención de la escritura. En cuanto
a la evolución cultural humana, la Prehistoria se divide en Edad de Piedra
(Paleolítico y Neolítico) y Edad de los Metales.
Evolución de los homínidos
Todos los Homínidos procedemos en cuanto a
nuestros orígenes biológicos del este de África, aquí durante la Era
Cuaternaria, en la que seguimos viviendo, se dieron las mejores condiciones
para la evolución: clima cálido y relativamente húmedo y abundancia de especies
vegetales y animales que podían ser objeto de recolección y caza. Desde el este
de África, el territorio de los actuales Uganda, Kenia, Tanzania, Etiopia y
Sudán, los diversos tipos de homínidos, incluyendo al actual Homo Sapiens se extendieron por el resto
del Planeta en sucesivas oleadas migratorias.
El primer ancestro del ser humano, aparecido hace unos cinco
millones de años, es el Australopithecus,
que ya podía andar sobre las dos piernas. Desde ese momento tuvo lugar una
lenta evolución biológica y cultural hasta la llegada del ser
humano actual.
El Homo habilis vivió
hace algo menos de tres millones de años, andaba siempre erguido y comenzó a
fabricar útiles de piedra.
Hace un millón y medio de años apareció el Homo erectus, asociado a una industria lítica más perfecta (bifaces),
e inventor del fuego (-500.000 años).
Hace unos cien mil años apareció el Homo sapiens neandertalensis u hombre
de Neandertal, con una capacidad craneana similar a la nuestra pero más
robusto.
Finalmente apareció el hombre de Cromagnon u Homo
sapiens sapiens, la especie a la que pertenece el hombre actual, que
inventó la agricultura y la ganadería.
De izquierda a derecha, los cráneos del Australopitecus, Homo
habilis, Homo erectus, Homos sapiens neandertalensis y Homo
sapiens sapiens
El
Paleolítico
El Paleolítico es la etapa más larga
de la historia humana, pues duró desde la aparición de los primeros homínidos
hasta hace unos diez mil años, cuando el desarrollo de la agricultura dio
inicio a la revolución neolítica.
Paleolítico significa "piedra
antigua", y hace alusión a las técnicas más primitivas de elaboración de
instrumentos, basadas en la percusión de
la piedra de sílex, aunque a lo largo de esta etapa también se
utilizaron la madera y el hueso como materias
primas.
Los seres humanos del Paleolítico vivían
fundamentalmente de la caza, la pesca y la recolección de
frutos silvestres. Eran nómadas y vivían en cuevas o junto a los ríos, al aire libre o en cabañas construidas con ramas de árboles
y pieles de animales. Se vestían también con pieles y se organizaban en
pequeñas tribus, cuyos miembros estaban unidos por vínculos
familiares.
Los hombres
de Neandertal, en el Paleolítico Medio, tenían creencias de
tipo religioso, como lo demuestra la práctica del enterramiento de
los muertos. En el Paleolítico Superior, el hombre de Cromagnon creó las
primeras formas de arte, entre las que destaca la pintura rupestre.
La Revolución Neolítica
Hace unos diez mil años, con el calentamiento
del clima que puso fin a la última glaciación, el hombre hizo dos
descubrimientos cruciales: el cultivo
de las plantas y la domesticación de
animales, lo que permitió:
·
El asentamiento permanente de las comunidades humanas (sedentarismo).
·
La producción controlada de alimentos y el consiguiente aumento de la
población.
La agricultura y la ganadería se
descubrieron en Oriente Próximo y en China hace unos diez mil años. Más tarde
estas técnicas se extendieron a otros lugares. Las primeras especies cultivadas
fueron los cereales: el trigo en Oriente Medio y
Europa, el arroz en Asia y el maíz en
América. Los primeros animales domesticados fueron la cabra, la oveja, el buey,
el caballo y el perro.
La revolución del Neolítico se
manifestó asimismo en las técnicas de fabricación de útiles de piedra, basadas
en el pulimento, que dio lugar a instrumentos cada vez más
perfectos y especializados. Otras dos innovaciones técnicas de enorme
trascendencia fueron el tejido y la cerámica.
La Edad de los Metales
Hace unos siete mil años el hombre
comenzó a producir objetos de metal,
lo que dio lugar a grandes cambios en las formas de vida. El primer metal que
se utilizó fue el cobre, sobre todo
para la elaboración de joyas y
objetos de adorno. Más tarde se emplearon otros dos metales: el bronce,
una aleación de cobre y estaño; y el hierro. Ambos metales eran muy
resistentes y con ellos se podía fabricar todo tipo de utensilios: herramientas de trabajo, armas y armaduras, recipientes, joyas, estatuas, etc.
Durante la Edad de los
Metales muchos poblados se fueron transformando
en ciudades, algunas de ellas con cientos e incluso miles de
habitantes. La organización política se hizo más compleja con
la aparición del rey, o jefe de la comunidad, los guerreros,
los sacerdotes, los artesanos
y otros grupos especializados.
El
Arte Paleolítico
Si bien la humanidad tiene una antigüedad muy
superior, no aparecen restos artísticos hasta la existencia del Homo
sapiens sapiens. Entre los restos del Neanderthal hallados no se
ha encontrado ninguna manifestación artística aunque quizá las bolas de ocre
que hay en algunos enterramientos tuviesen la finalidad de pintarse en los
ritos o en momentos particulares así como hacen los indios americanos y otras
culturas. Es, entonces, en el paleolítico superior cuando comienza la Historia
del arte y ésta está ligada a las condiciones de vida y las creencias de
aquellas personas.
En el Paleolítico Superior, 30.000 a.C., es cuando encontramos las primeras
manifestaciones artísticas, realizadas sobre soportes no perecederos -hueso,
marfil, muros de las cuevas-, y que, por tanto, han llegado hasta nosotros.
El Arte Paleolítico se localiza en Eurasia y
Europa occidental entre el 30.000 y el 8.000 a.C. y de forma especial en la zona cantabropirenaica
(norte de España y sur de Francia). Presenta unos caracteres bastante
homogéneos:
-Concepto del espacio con total libertad de
dirección, carente de marco, pero de ninguna forma caótico o arbitrario.
-Temática limitada: signos ideomorfos; manos, en positivo o negativo; animales, con
predominio de mamíferos; antropomorfos en menor escala, muy convencionales y
con aspecto híbrido.
-Las formas de expresión van del realismo naturalista al idealismo
abstracto y geométrico, pero siempre de acuerdo con un “realismo
intelectual”: no reflejan lo que los ojos ven, sino lo que la mente sabe.
Su significado responde a un profundo contenido
simbólico, que gira en torno a dos ideas: la fertilidad y la procreación, tanto
del grupo humano como de los animales.
Las manifestaciones artísticas paleolíticas son de dos
tipos:
-Arte mueble: figurillas y bastones de mando en hueso o
piedra. Uno de los ejemplos más significativos es la Venus de Willendorf,
descubierta en Austria y fechada
alrededor del 30.000 a.C.
-Arte parietal o rupestre: grabados, pinturas
y modelados realizados en el interior de las paredes de cuevas calizas. Sólo
aparece en la zona franco-cantábrica. Destaca el primer conjunto de pinturas
rupestres halladas en el mundo, las Pinturas de Altamira (Cantabria),
pinturas fechadas entre el 14.000 y el
13.000 a.C.
El arte Neolítico y de la Edad de los Metales
Hacia el 10.000 a. C. acaba la cultura paleolítica,
a la par que las glaciaciones, sin dejar herederos directos.
A partir
del 8.000 a. C. se produce la revolución
neolítica, que convierte al hombre en productor; aparecen importantes cambios
socioeconómicos, religiosos y artísticos, que en las artes plásticas se
manifiestan en la tendencia al esquematismo.
Desde fines del Neolítico, y extendiéndose hacia la
Edad de los Metales, hay que señalar el nacimiento de la arquitectura,
representada por las construcciones megalíticas. Están realizadas con grandes
piedras labradas toscamente y responden, al parecer, a un fin religioso y
funerario.
-Menhir: un monolito de formas poco precisas
y talla tosca. Alineamiento de menhires en Carnac (Francia).
-Dolmen, el tipo más frecuente. En su forma más
simple son unas losas hincadas verticalmente en el suelo y cubiertas por otra
losa horizontal
-Cromlech, menhires dispuestos en círculo: Stonehengue
(Gran Bretaña)
El descubrimiento y desarrollo de la metalurgia se
da poco después de la revolución neolítica. Como esta, tiene su cuna en el
Oriente Próximo y de allí se difunde.
La
secuencia evolutiva es: cobre - bronce - hierro, pero la velocidad de la
evolución varía según las zonas. En algunos puntos coincide ya con el inicio de
tiempos históricos.